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¿Como pueden cambiar el mundo los volcanes?

La gran nube de ceniza que ha paralizado el tráfico aéreo en el norte de Europa ha provocado un gran desconcierto. El causante del bloqueo ha sido la reciente erupción volcánica en Islandia del volcán Eyjafjallajökulln, cuyas cenizas representan un grave peligro para volar, pudiendo obstruir los motores de avión y limitando la visibilidad. ¿Pero, qué otros desastres pueden provocar los volcanes?

Cuando despiertan, es como para ponerse a temblar. Ésta no ha sido la primera vez que una erupción afecta a las actividades humanas. Mucho antes del episodio de los viajes aéreos, la erupción del volcán Laki en Islandia en el siglo dieciocho (1783-84) ya tuvo efectos profundos sobre el clima, no sólo en Islandia, sino en todo el mundo.

Aunque su erupción fue mucho más intensa, si ocurriera una erupción similar a aquella, los viajes aéreos en gran parte del hemisferio norte se tendrían que interrumpir no unos días, como ha ocurrido ahora, sino durante cinco meses, según opinan los vulcanólogos Thorvaldur Thordarson y Stephen Self.

Es decir, un evento similar en la era moderna liberaría suficiente ceniza y otros materiales eruptivos en la atmósfera como para provocar una nube de cenizas y una neblina sulfúrica. Pero todavía hubo más impactos de este tipo lejos de Islandia y Europa en el mismo momento de Laki.

Rompen el equilibrio térmico del planeta
La erupción de un volcán, de este modo, puede provocar no sólo estas nefastas nubes de ceniza, sino que también pueden enfriar el clima (la ceniza volcánica rica en azufre produce una reflexión de la radiación solar entrante de la troposfera) de modo importante: puede reducir bastante las temperaturas durante meses o años.

Durante la erupción de Laki, a largo plazo podría ocurrir una refrigeración algunas regiones del hemisferio norte hasta en 1 o más grados centígrados por debajo de la media.

Gases venenosos volcánicos
En el verano del 1783, se describieron condiciones inusuales después de Laki, incluyendo gases venenosos volcánicos que causaron la muerte de alrededor de un 25 por ciento de la población de Islandia, una neblina persistente y un calor sofocante en Europa, y amaneceres de color rojo sangre sobre América del Norte, Europa y otros lugares.

Benjamin Franklin fue uno de los primeros en sugerir que el frío extremo que se sufrió en 1783-84 en el hemisferio norte estaba relacionado con la erupción de Laki. Incluso hay leyendas en la tradición oral de los inuit que atribuyen la muerte por inanición de miles de estos cazadores en América del Norte debido a este frío intenso ocurrido en el noroeste de Alaska.

Los árboles también hablan, a través de sus anillos, y los científicos que estudiaron los troncos de los abetos blancos concluyeron que la temperatura bajó alrededor de cuatro grados centígrados por debajo de la media. Y el verano siguiente se estima que fue el más frío de los últimos cuatrocientos años.

Disminución de los víveres y el agua potable
Los efectos se dejan sentir en los lugares más insospechados. Gracias al estudio de los anillos de los árboles, se ha comprobado cómo los efectos de las grandes erupciones volcánicas pueden afectar a todo el planeta.

La disminución del caudal del río Nilo en Egipto y de los monzones asiáticos habrían sido otras de las consecuencias provocadas por el enfriamiento provocado por erupciones en volcanes situados en latitudes altas, según han demostrado simulaciones de modelos climáticos. Resultado para la vida humana: menos alimentos y más carencia de agua potable.