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Pie de loto ¿Método de control machista o Decisión propia?

La ancestral costumbre china de envolver los pies de las mujeres para evitar su crecimiento y obtener unos lindos pies ni es tan ancestral ni da como resultado nada que se pueda llamar “lindo”. ScienceBlogs ha publicado unas impactantes fotos de ancianas chinas que muestran sus pies deformados tras décadas de esa pertinaz tortura deformante. Aunque la práctica de vendar los pies está prohibida desde 1911 se sospecha que se sigue practicando en algunas aldeas remotas del país.

La costumbre de vendar los pies surgió entre las bailarinas chinas del siglo X, con objeto de realzar la gracia de sus movimientos. Hacia el siglo XVI se había extendido a todas las clases sociales, aunque el objetivo no era realzar ningún movimiento sino directamente impedirlo. Los pies de una mujer no debían medir más de diez centímetros para que resultara atractiva para un hombre chino, de modo que los padres vendaban los pies de sus hijas para encontrarlas marido, aunque una vez casadas tuvieran que arrastrarse para hacer las tareas del campo, pues apenas podían caminar. Según la autora del blog GrrlScientist, una de las primeras versiones del cuento clásico “Cenicienta” tiene su origen en esta inveterada y salvaje costumbre, pues el príncipe encantador va buscando su prometida de diminutos pies.

¿Método de control machista o Decisión propia?
Con los pies vendados las niñas podrán caminar, pero deberán hacerlo con pasitos minúsculos y no conseguirán alejarse mucho de su casa, por lo que muchos consideran que esta práctica era un instrumento de opresión machista. Sin embargo, la dominación masculina sobre la mujer a través del vendaje de los pies es una razón importante pero no es suficiente para explicar que esta práctica se mantuviese durante mil años.

El Proceso del vendaje
Encerradas en la habitación, la madre le cortará las uñas de los pies, el momento propicio para la iniciación era revelado tras una consulta astrológica y en el día elegido se ofrecían a los dioses pasteles de arroz para que éstos permitiesen que los pies de su hija fuesen tan suaves como esos pasteles. Desde ese día y durante un periodo comprendido entre seis meses y dos años la hija sentirá un dolor insoportable, hasta que el nervio se muera y deje de sentir ningún tipo de dolor.

Los pies se poníán en remojo con una mezcla de hierbas y sangre animal para eliminar las posibles infecciones de la piel. En ese momento su propia madre le rompía los 4 dedos más pequeños y los aprisionaba contra el talón para luego vendarlos con seda o algodón. Este ritual se repetía cada dos días con vendas limpias y durante 10 años.