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Las redes sociales son indispensables hoy en día, sin embargo, cuando se llega a los extremos obsesionándose con ellas, puede causar severos daños tantos físicos como mentales.
Tal es el caso de Danny Bowman, un joven inglés que se obsesionó con las famosas selfies, llegando al grado de dejar la escuela, no salir de su casa en seis meses y perder kilos para salir mejor en cámara para lograr tener la foto perfecta.
"Lo único que me importaba era tener mi móvil conmigo y salir perfecto. Si no lo hacía me deprimía y llegué a pensar en el suicidio. Es un problema real, como las drogas, el alcohol o la ludopatía. No le deseo a nadie que pase por lo que ha pasado yo", comentó Danny.
Ante esto, los médicos le diagnosticaron un trastorno corporal que acaba provocando una ansiedad excesiva por la apariencia personal y después de una intensiva terapia en el hospital, el joven continua luchando para retomar su vida, además es apoyado por su sus padres quienes han decidido comenzar quitarle el celular.
"Es un problema grave. No hablamos de vanidad sino de una cuestión de salud mental y que puede llegar a provocar el suicidio", explicó el médico del joven.
Debido a su intenso problema, Danny Bowman aseguró que perdió a sus grandes amigos, pero ahora intenta recuperar su vida en la escuela y al preguntarle por una selfie, la expresión de su cara cambia por completo, un síntoma de que todo va marchando bien.
