Se llamaba Roomba 760 y su caso podría tratarse del primer robot aspirador que tomó la decisión de terminar con su corta existencia dedicada a limpiar el polvo de una vivienda en Austria.
Los bomberos iniciaron de inmediato una investigación para develar el misterio sobre las causas que provocaron su autodestrucción.
Medios locales informan que el gadget parece haberse encendido por cuenta propia, deslizándose a lo largo de la barra de la cocina e inmolándose en la estufa.
Gernot Hackl, dueño del dispositivo, indicó que lo apagaron antes que su familia dejara el apartamento.
Un bombero informó al diario Daily Mail que “de alguna manera, el robot se reactivó por sí solo y se tomó el trabajo de dirigirse a la hornilla hasta incendiarse”.
El humo hizo que se activaran las alarmas contra incendios del edificio.
El propietario del apartamento dijo que todo dentro de la vivienda quedó arruinado por las llamas y que no es posible vivir allí hasta nuevo aviso.
