Una británica de 42 años que sufre el síndrome de Otelo, que le hace estar presa de unos tremendos celos injustificados, somete a su novio de 30 a humillaciones constantes como someterse a una máquina de la verdad.
Paranoica, loca, desequilibrada... Son seguro alguno de los múltiples adjetivos que seguro que le ponéis a Debbi Wood, de 42 años, cuando estéis leyendo esta noticia que nos llega desde la localidad británica de Leicester a través del Daily Mail.
Resulta que Debbi padece el llamado síndrome de Otelo, un transtorno psiquiátrico que obliga a los enfermos a sufrir celos sin ninguna base para ello.
La 'víctima' de este carajal no es otro que la pareja de Debbi.
Este 'santo varón' (miren qué carita tiene el pobre) se llama Steve Wood, tiene 30 años y aguanta estoicamente las humillaciones a las que es sometido por su novia por culpa de los celos.
Steve tiene prohibido ver la tele, leer la prensa y tiene que enseñarle todos los mensajes del móvil.
Pero lo más demencial de todo es que tiene un detector de mentiras (en plan polígrafo de 'SálvameDeluxe') al que somete a su novio cada vez que éste tiene que salir a algún sitio y cada vez que vuelve a casa.
Debbi, que lleva dos años con Steve, está obsesionada con que le va a abandonar por otra.
Desde luego, cualquier persona con un mínimo de dignidad habría mandado a Debbi a freir espárragos pero debe ser que, una de dos, o existe el amor, o Debbi le tiene amenazado si le deja...