Muchas veces se dice que las clases son peligrosas y que los profesores cada vez están más indefensos ante la violencia de sus alumnos. Sin embargo desde el cine siempre nos han vendido que un poco de poesía y de amistad acaban convenciendo hasta al más macarra de que ir a clase no es tan malo y que no todos los profesores son viejos aburridos. Pero la historia de hoy no tiene nada que ver con la poesía y la amistad.
Y es que una profesora de Houston, harta de que un alumno no le hiciera ningún caso y se pusiera a hablar por el móvil, decidió que lo mejor que podía hacer era darle una paliza bien dada. Seguramente el niño nunca vuelva a hablar con el móvil en clase, pero a la profesora la han echado del colegio.
