
"-¿Para qué hemos hecho el trabajo?"
Sin duda que pensaron esto los cirujanos chinos que, tras 15 horas de trabajo, consiguieron realizar el primer trasplante de pene de la historia.
El paciente había sufrido un accidente donde le fue seccionada la práctica totalidad del miembro viril, privándole de las funciones de orinar y mantener relaciones sexuales, y fue operado mediante una compleja técnica de microcirugía para conectar los nervios y los delgados vasos sanguíneos del órgano.
El caso es que la operación fue un éxito. El paciente, 10 días después de la operación, ya era capaz de orinar con normalidad pero los cirujanos tuvieron que sustraer de nuevo el miembro ya que el receptor (o puede que su señora esposa) no pareció quedar muy satisfecho con el pene que le habían trasplantado los médicos. El paciente alegó motivos psicológicos cuando pidió la extracción de su nuevo miembro de 10cm.