Leo Messi no tiene más culpa que la de jugar al fútbol como nadie, pero sus cuatro goles frente al Arsenal se han convertido en causa de separación irreparable de un matrimonio sudafricano que se peleó por el mando de la televisión.
Bigboy Cheverevere es un fanático del FC Barcelona y del astro argentino y el martes llegó a su casa para ver el partido de la Liga de Campeones cuando se encontró con que sus hijastros estaban viendo su programa favorito, lo que encendió una discusión que acabará en divorcio.