
Arlindo reconoce los peligros de este tipo de inyecciones, ya que pueden causar la muerte, sin embargo es mas fuerte su obsesión por tener los bíceps grandes, que en vez de hacer ejercicio se inyecta alcohol y aceite para potenciar sus bíceps.
La gente cada día esta peor, hasta el punto en el que se juegan su propia vida por una obsesión.