Una veintena de países y más de 17.300 kilómetros ha recorrido el brasileño José Castro en un cochecito a pedales durante dos años, en los que ha vivido. una aventura única para llegar a Sudáfrica a tiempo del Mundial.
Esta experiencia sin par comenzó el 10 de mayo de 2008 a los pies de la parisina Torre Eiffel, que vio partir a un enjuto pero valiente y solidario brasileño con ganas ver a su selección en el Mundial de Sudáfrica dos años después.
Sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos, "Zé do Pedal" ("Pepe el del Pedal"), como se le conoce popularmente, no tiene entradas para el Mundial.
Como amante del fútbol sueña con poder ver en directo un España-Brasil, que califica como "el partido", aunque inmediatamente después aclara que como seguidor de la "canarinha" no le gustaría encontrarse con "La Roja".
José Castro dice que hablará con la Confederación Brasileña de Fútbol para intentar ver a su selección, aunque no se le ve muy convencido de poder lograr este pequeño "sueño".
La verdad es que tampoco le preocupa mucho, porque es consciente de que las vivencias pasadas en estos dos años son inigualables y el objetivo solidario del viaje está más que conseguido.