En un zoológico de Kiev (capital de Ucrania) un hombre ingresó a una jaula de leones para probar la existencia de Dios.
El hombre antes de entrar gritó: “Dios me salvará, si existe”
Al llegar, se quitó los zapatos y se acercó a los leones.
Entonces, un león fue directamente hacia él, lo derribó y le cortó la arteria carótida.