Hatsuko Kitagawa -la anciana de 79 años- apuñaló con un cuchillo para cortar fruta a dos mujeres de unos veinte años que parecían “mucho más felices que ella” el pasado 22 de agosto, según un juez de la Corte de Tokio.
La anciana había perdido su hogar y no tenía dónde dormir, por lo que decidió cometer un crimen con la intención de atraer la atención de la Policía y quedar a su cuidado. El juez indicó que la acusada cometió un crimen “extremadamente atroz” que provocó una mayor preocupación en la gente por la seguridad en lugares públicos.
Una de las víctimas sufrió varias heridas en el estómago y la otra requirió 19 días para recuperarse de las lesiones.
Este suceso tuvo lugar después del asesinato masivo en el distrito electrónico de Akihabara en junio, cuando un joven mató a siete personas y otras diez resultaron heridas. Según la acusación particular, que pedía una pena de seis años de