Un australiano ha decidido implantarse una oreja en el antebrazo. Está hecha de cartílago humano y ha sido creada en un laboratorio.
Quiere instalarse un micrófono conectado a internet
Se hace llamar Sterlac, tiene 61 años, y dice que llevaba esperando hacerlo varios años. La oreja no funciona, no tiene la función propia del órgano, oir, pero está decidido a ponerle un micrófono que estará conectado por bluetooth a internet. Así quien quiera podrá oir todo lo que su ‘tercera oreja’ recoge.
Esta curiosa operación forma parte de un espectáculo del ‘performer’ australiano, y no es el primero. En otra ocasión se colocó una tercera mano con nada más y nada menos que nueve dedos.
Con su trabajo, Sterlac asegura que explora la relación del cuerpo humano y la tecnología, avanzando hacia el humano-máquina.